Iniciando el camino desde
San Cristobal del Monte las vistas son una buena excusa para realizar
alguna parada.
Al final, la recompensa,
esta es la
primera vista que se tiene de Candenosa. Al fondo, entre los
árboles aparecen las casas del pueblo.
Con un poco
más de detalle, pueden verse algunas de las construcciones.
Ya a campo abierto, los
pastos y el ganado a sus anchas.
Esta es la antigua vereda
de acceso al pueblo, hoy los avellanos y el ganado se han apropiado de
ella.
Poco antes de llegar al
pueblo y
volviendo la vista atrás, podemos ver la loma sobre la que
se
encontraba la iglesia de San Miguel.
Y retomando la
dirección original, hemos llegado al pueblo.
Nos recibe la fuente (en
esta
época sin agua) y un poste señalizador del
PRS-34. Desde
aquí el camino continúa hacia Hormiguera y
Sotillo
según se escoja un poco más adelante.
Un acceso a uno de los
muchos campos.
Desde luego el ganado
tiene buenos espacios.
Quedan pocas en pie,
pero algunas todavía aguantan el paso del tiempo.
... siguiendo el camino
hacia Moroso ...
Entre Candenosa y
Moroso, una buena subida a La Canal y Hoyales.
y como siempre al volver
la vista, Candenosa vuelve a aparecer entre los árboles.
Son pocas las casas pero
bien visibles.
De regreso al pueblo,
otra vez camino de la fuente.
Detrás del
tablón, la fuente original, lo otro, un pegote moderno.
Y nuevamente Candenosa,
en esta ocasión desde el lugar que ocupó la
iglesia de San Miguel.
Esta claro que el ganado
parece muy cómodo por aquí.
Si accedemos a Candenosa
desde
Villanueva de Henares (Palencia), este mojón nos
indicará
que hemos entrado en Cantabria.
Los árboles
van marcando el límite natural, subiendo llegaremos a
Peña Mora.
Y si seguimos el camino
terminaremos en Candenosa.
Muchas piedras no han
soportado en su posición, pero aún son capaces de
guiarnos.
Y al final nuevamente
Candenosa a la vista.
Siempre escondido entre
los árboles.
Un salto en el espacio y
nos encontramos en Valdeprado del Río.
Y por alusiones en la
web, el
Monasterio de Montesclaros.